Mes de María – Día 27 – El Blog de Zack

Mes de María – Día 27

Del sagrado Corazón de María

° Corazon el mas perfecto.
° Corazon el mas santo.
° Corazon el mas amable, despues del de Jesús

La preparación (Aquí) como en la pág. 21

PUNTO I. María tiene el corazón más perfecto, digno de nuestra veneración, creado por la Santísima Trinidad. El Padre le dio un corazón de hija respetuosa y obediente, el Hijo un corazón de madre, y el Espíritu Santo uno de esposa, lleno de amor puro y ardiente. Es un corazón lleno de grandezas, riquezas y perfecciones que nuestro entendimiento limitado no puede comprender. Unámonos a los espíritus bienaventurados que la alaban sin cesar, honrándola con devoción para merecer celebrar su gloria en el cielo algún día.

PUNTO II. El corazón de María es el corazón más santo que la mano del Creador ha formado. Modelo admirable de las virtudes más puras, imagen perfecta del corazón de Jesús, ardió siempre en la caridad más sublime. Ella sola amó a Dios más que todos los serafines juntos, y le dio más gloria con el amor de sus afectos, que no le han dado jamás todas las otras criaturas con sus más santas acciones. ¡Oh, corazón purísimo de la Madre de Dios! Tesoro de gracia y de santidad, santuario de todas las virtudes, vos seréis de hoy en adelante mi modelo. Yo vendré a aprender de vos la humildad, la pureza, la dulzura, la paciencia, el desprecio del mundo, y sobre todo el amor de Jesús.

PUNTO III. El Corazón de María, después del de Jesús, ostenta el título del corazón más amable y digno de nuestra ternura y reconocimiento, debido a las incomparables cualidades que posee: dulzura, bondad y caridad hacia nosotros. Siempre pendiente de nuestras necesidades, esta divina Madre nos ofrece su corazón como refugio, asilo y consuelo en medio de todas nuestras penas. Correspondámosle con amor y demostrémosle nuestro reconocimiento y ternura a través de nuestra fidelidad en su servicio y nuestro celo por imitar sus admirables virtudes.

La oracion para despues de la meditación (Aquí) pág. 25 y luego
la siguiente:

ORACION

¡Oh Corazón de María! Que sois el trono de la caridad, de la misericordia y de la paz; Corazón amabilísimo, objeto de las complacencias de la adorable Trinidad, y digno de toda la veneración de los ángeles y de los hombres; Corazón Santísimo, modelo de todas las virtudes, y perfecta imagen del Corazón de Jesús; Corazón maternal, que tan vivamente habéis sentido nuestras miserias, que habéis padecido tanto por nuestra salud, que nos habéis amado con tanta ternura, y que por todos estos motivos merecéis el respeto, el amor, el reconocimiento y la confianza de todos los hombres: dignaos recibir nuestros pobres homenajes, escuchad nuestros votos, acoged nuestras súplicas, convertid nuestros corazones, llenadles del amor de vuestras virtudes, é inflamadles con aquel fuego celestial, en que vos ardéis de continuo. Sed nuestro amparo en todas nuestras necesidades, nuestro alivio en nuestras aflicciones, nuestra fuerza en las tentaciones, nuestro socorro en los peligros, nuestro refugio en la hora de la muerte, y nuestra dicha por toda la eternidad. Amén.

EJEMPLO

Curación súbita de una joven, en el último día de una novena

«Domingo 11 de Junio de 1854. «Reverendo Cura párroco de Nuestra Señora de las Victorias.
_ Gracias mil veces os doy, por la benévola acogida que habéis dispensado a la demanda de oraciones que os hacía con fecha 14 del último de mayo. Podemos por ello repetir con satisfacción y gozo: ¡gloria a Dios! ¡gloria a María!
«Se ha obrado una curación milagrosa en el último día de la novena. Mi pobre hermana ha recobrado la salud que hacía dos años tenía perdida.
«Para hacer más ostensible el prodigio, el Señor permitió que, durante los primeros días de la novena, la enfermedad hiciera rápidos progresos. Mi hermana sufría horriblemente; el médico no esperaba nada de los recursos de la ciencia
y la pobre había hecho ya a Dios el sacrificio de su vida…
El jueves por la mañana, festividad de la Ascensión, y último día de la novena, fue repentinamente curada. Mi hermana nos recibió a la ventana, cuando regresábamos del templo, donde habíamos acudido para oír una misa y ofrecerla a su intención. Juzgad ahora, señor Cura, de las explosiones de alegría, que hubo en mi casa ante este resultado inesperado, obtenido por la intercesión del Inmaculado
Corazón de María…. Nos abrazamos; lloramos, y estas lágrimas eran bien dulces por cierto (1.)»

PRACTICA

Conformad todas vuestras acciones a los sentimientos del Corazón de María

JACULATORIA

Cor Mariae, Cordi Jesu simillimum, ora pro nobis

Corazon de María Imágen perfecta del Corazon de Jesús, rogad por nosotros

Lo demás (Aquí) como en la página 28

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